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30 octubre, 2007

Doctrina Monroe

La Doctrina Monroe (1823).

Nombre que reciben los planes y programas políticos que inspiraron el expansionismo de los Estados Unidos de Norteamérica, tras la incorporación de importantes territorios que habían pertenecido al imperio español y en su dialéctica con las realidades imperiales entonces actuantes –Gran Bretaña, Rusia, Francia, &c.–, sintetizados por el presidente Santiago Monroe en su intervención del 2 de diciembre de 1823 ante el Congreso norteamericano, y que se pueden resumir en tres puntos: no a cualquier futura colonización europea en el Nuevo Mundo, abstención de los Estados Unidos en los asuntos políticos de Europa y no a la intervención de Europa en los gobiernos del hemisferio americano
En el Congreso de Verona, celebrado desde mediados de octubre al 14 de diciembre de 1822 [que se suele interpretar como la última reunión de la Santa Alianza europea, constituida inicialmente en París el 26 de septiembre de 1815 entre el rey de Prusia y los emperadores de Austria y Rusia], se decidió ayudar al restablecimiento del absolutismo en España, facilitando que Fernando VII recuperase el poder con la ayuda de los Cien mil hijos de San Luis que pusieron fin al trienio liberal, previa una nueva ocupación militar francesa de España (abril a octubre de 1823). Temerosa la Gran Bretaña de una ofensiva absolutista franco española en las repúblicas hispano americanas que durante el trienio liberal español habían avanzado en su consolidación nacional, el ministro de exteriores británico, Jorge Canning, propuso al embajador norteamericano en Londres, Ricardo Rush, una declaración conjunta que frenase tal potencial intervención.
Pasando el tiempo la doctrina de Monroe, convertida en ortograma político de los Estados Unidos ante el exterior, popularizada en la sintética fórmula «América para los americanos», hubo necesariamente de transformarse y adaptarse a las nuevas realidades políticas e históricas. El gran historiador mexicano Carlos Pereyra, en El mito de Monroe, asegura que no existe una doctrina de Monroe, pues por lo menos existen tres «doctrinas de Monroe» que él diferenciaba (en 1916).
A partir de 1869, se le asoció también otro punto, contenido en la correspondencia diplomática previa: los Estados Unidos se oponen a la transferencia de colonias de una potencia europea a otra.
En su mensaje al Congreso del 6 de diciembre de 1904, el presidente Teodoro Roosevelt proclamó el que se conoce como «corolario Roosevelt», que es más bien una enmienda a la doctrina, determinada por la crisis de pagos de deuda a bancos europeos por parte de algunas naciones americanas y los intentos de utilizar la fuerza por parte de potencias europeas para obtener el pago: los Estados Unidos podían intervenir en las naciones del hemisferio, para controlar ese «mal crónico», ejerciendo de «policía internacional»

Fuente: http://www.filosofia.org/ave/001/a264.htm

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